BELENISMO LuisPo: enero 2010

1.- Introducción.

Dentro de los distintos tipos de belenes, el belén popular es de los más tradicionales que existen, por no decir el que más. Los belenes populares, al menos en Madrid, son aquellos en los que en su realización, se utilizan fundamentalmente y entre otros , el corcho y el musgo, los cuales proporcionan un aspecto muy natural al conjunto y, sobre todo, por lo menos en mi caso, unos olores que nos transportan a las navidades de antaño.

El que se considere al belén popular como el belén tradicional es debido a que cuando el "pueblo" empezó a realizar los primeros belenes, acompañando a esas primitivas figuras de barro cocido o de cartón piedra, se añadieron elementos naturales para la simulación de paisajes fundamentalmente, y en mi opinión, porque era muy fácil obtenerlos, además a coste cero, bastaba con darse una vuelta por el campo y coger todo aquello que nos pudiera servir. Lógicamente, con el tiempo, se irían seleccionando elementos y escogiendo aquellos que por sus características resultaran los más idóneos (como es el caso del corcho) para, poco a poco, hacer de ellos elementos tradicionales para la confección del belén y conseguir que aún hoy, por lo menos en Madrid, sigan siendo la base y el estilo de nuestros belenes. Esto en España ocurría en el siglo XIX.

Este tipo de belén es bastante agradecido ya que los materiales se trabajan bastante bien y no hay que disponer de herramientas sofisticadas, apenas unos listones de madera, clavos, tornillos, alambre, cola termofusible, etc. Otra de las ventajas, frente a otro tipo de belenes, es que requieren menos tiempo para elaborarlos, su fabricación es limpia y , además, te permite que cada año el belén sea diferente.

Pero también tienen sus desventajas; la principal suele ser la del almacenamiento de estos materiales, sobre todo, cuando se pretende realizar un belén de grandes dimensiones o muy montañoso, también pesan bastante más que los realizados con otras técnicas y, por último, el resultado final de la obra suele ser bastante oscuro y monocromático por lo que requieren un esfuerzo añadido en cuanto a iluminación.

Leer Belén popular: Los materiales.

El corcho:

En realidad, cuando hablamos de corcho, nos estamos refiriendo a la corteza de un árbol - el alcornoque- , pero en su forma más tosca, es lo que se llama corcho bornizo y es la primera capa que se extrae cuando el tronco del árbol tiene aproximadamente 60 cm de diámetro, esto es entre 10 y 15 años. Es de aspecto grisáceo, más o menos oscuro, muy rústico, con bastante profusión de surcos y , en muchas ocasiones , con presencia de musgos o líquenes adheridos. Este corcho bornizo no tiene una aplicación industrial importante - no sirve para la fabricación de tapones -, reservándose su uso en la preparación de aglomerados para la construcción, pero si que se suele utilizar en decoración y, por supuesto, para la confección de maquetas y belenes.

En cuanto a las características físicas de este producto hay que destacar que es un material, pese a ser la corteza de un árbol, bastante ligero (debido a que tiene una baja densidad, por tener gran presencia de aire) , también tiene las propiedades - de gran utilidad para nosotros - de ser impermeable (gracias a la suberina que es un compuesto de la transformación de la celulosa) así como una baja conductividad del calor, cierta elasticidad y buena resistencia.

Todas estas características hacen que sea el material idóneo en la confección de belenes populares si bien, a veces, se puede combinar con otras cortezas de otros árboles ( pino, encina, etc.), así como con cepas de vides, troncos o ramas, de olivo por ejemplo, piedras y rocas ligeras o, si se consigue encontrar, con la escoria que se utilizaba para las calderas - ¡ qué recuerdos de aquellos belenes ! -.

Por último, se comercializa a partir de empresas de productos del corcho (mi sitio predilecto es "Corchos Talavera" en Navahermosa, Toledo, donde se puede comprar por fardos), viveros, ferias y mercadillos navideños, tiendas especializadas y también, como no, en las tiendas de "los chinos".

El musgo:

Se trata de otro material fundamental en la confección del belén popular. Antes de la descripción de este producto es conveniente hacer un inciso:

Todos sabemos que el primer belenista fué San Francisco de Asís -su belén data de 1223 en Greccio-, también deberíamos saber que es el patrono de varios colectivos, entre otros de los ecologistas, por su gran amor a la naturaleza. Con esto quiero decir que todo belenista que se precie y, sobre todo por admiración y cariño hacia su creador, debería ser respetuoso con la naturaleza.

Esto viene como consecuencia de que el musgo, o más bien los musgos, son plantas muy simples, sin vasos, sin flores, sin frutos que viven en hábitats húmedos y sombríos y que tienen una importancia ecológica muy grande ya que contribuyen , decisivamente, a detener la erosión del suelo y que se retenga la humedad en el mismo, interceptan la lluvia, absorben y retienen contaminantes del aire y, sobre todo, favorecen el desarrollo de muchas plantas y animales.

Digo todo esto porque siempre debemos respetarlo en su entorno natural y, por lo tanto, la obtención nunca debe ser alli, además está protegido y te pueden sancionar, así que si no eres capaz de conseguirlo de cultivos comerciales, lo mejor sería que te olvides de este material y elijas algún sucedáneo aunque, eso sí, una vez conseguido, se conserva perfectamente de un año para otro teniendo la precaución de guardarlo, lo más seco posible, en bolsas alejadas de la humedad para, unos días antes del siguiente montaje, extenderlo sobre bandejas y pulverizar con agua para que recupere la humedad. Los distintos tonos que adquiere el musgo, tras su conservación, hacen que el belén tenga más policromía y eso, aparte de ser más real, sirve para que, con un elemento tan simple, se pueda conseguir más profundidad en un paisaje -por ejemplo, los musgos más amarillentos para las zonas más altas y lejanas-, además también se puede pintar con sprays.

Por último, si quieres conseguir musgo natural fresco tienes dos opciones, o comprarlo o cultivarlo, yo lo compro (y me aseguran que es cultivado) únicamente en viveros, aunque también me consta que se puede comprar en tiendas belenistas especializadas (muchas de ellas con posibilidad de venta on-line, por ejemplo La Alcaicería en Granada) pero, POR FAVOR, nunca lo arranques de su entorno natural.

Arenas, rocas, piedras y gravillas:

Como podemos observar, hasta ahora, sólo se están utilizando elementos naturales para confeccionar el belén popular. ¿ Qué mejor forma que simular la naturaleza que con la propia naturaleza ?, pues como no podía ser de otra forma, vamos a utilizar distintos tipos de arena - según se trate de hacer un camino, o el lecho de un río, o una zona de desierto,... etc.-, del mismo modo utilizaremos distintas piedras y/o gravillas para acercar nuestro paisaje, lo más posible, a la realidad.

Para empezar, tratándose de un belén popular, no tenemos porqué intentar asemejar nuestro paisaje con el de la Palestina del s.I, por lo que tenemos mucha más libertad de creación y, probablemente, el resultado paisajístico nos será mucho más familiar, además nos permite tener licencias a la hora de crear ríos, vergeles, huertas,... etc, que probablemente allí no se dieran.

Hay tres tipos de arena que, en mi opinión, son las más idóneas para la confección de este tipo de belenes; en primer lugar la llamada arena de miga, este tipo de arena (que está mezclada con arcilla) resulta interesante por su color - de amarillento a ocre claro - y por su textura - es más compacta, se deshace bien y se puede cribar para conseguir afinarla -, por lo que es idónea para la confección de caminos y explanadas; por otro lado tenemos la denominada arena de río que, como su nombre indica es la arena que se origina por la erosión de las piedras rodadas de un río, para entendernos sería algo así como cantos rodados microscópicos, por lo que está muy indicada para el lecho y orillas del río; por último, tenemos la arena de playa, que es la mejor para simular zonas desérticas o, porqué no, zonas de alrededor de lagos o mares, aunque también se puede utilizar la arena de miga muy cribada. También se pueden conseguir buenos resultados con mezcla de las distintas arenas.

Toca ahora el turno de las rocas, piedras y gravillas (también denominadas áridos, garbancillo, etc). De rocas y piedras hay tantas en la naturaleza, de formas y colores tan variados, con diferentes texturas - lisas, rugosas,.. -, que es muy fácil seleccionarlas (de acuerdo con la idea que tengamos preconcebida de como será nuestro belén), lo único que debemos tener en cuenta es, por un lado, que tengan armonía con el resto de materiales del paisaje y, por otra parte, que tengamos en cuenta el peso que va a tener que soportar nuestra estructura, así que debemos prescindir de aquellas que sean excesivamente pesadas aunque, si tenemos una buena base, pueden servirnos todas - personalmente me gustan las denominadas piedras de rocalla (muy útiles porque presentan grandes oquedades donde insertar árboles o/y plantas), el granito de musgo (de gran mimetismo con el corcho) y las piedras o rocas de origen volcánico (de mucho menos peso).
En cuanto a su ubicación en el belén, pues depende del diseño, pero yo las suelo poner en los ríos, sobre todo en el nacimiento y terminación de estos, si bien también se puede disponer de alguna , entre las montañas, en la base de estas o, porqué no, en forma aislada.

Otros materiales:

En realidad, el resto de materiales que se pueden utilizar para este tipo de belenes, no difieren demasiado de los que se puedan usar en los demás belenes, bueno, hay uno que sí que puede serlo, el serrín de madera, tanto el natural como el teñido, que sí que suele ser bastante típico en la mayoría de los hogares donde, por su facilidad para encontrarlo o porque ocasiona menos "guarreo", se utiliza más que la arena.
Además, materiales como palos, ramas, estructuras hechas con porex, cartón, madera, etc, junto con escayolas u otros revestimientos, espumas de poliuretano para mezclar o unir piezas de corcho, construcciones caseras o comerciales, distintas vegetaciones, etc., también tienen cabida en el belén popular de corcho y musgo.
Y por supuesto, para su construcción, también es necesario contar con tornillos, clavos, listones, alambres, maderas finas o cartones, pegamentos termofusibles, etc., así como con las correspondientes herramientas para trabajarlos y que serán descritas cuando hablemos de su construcción.